martes, 27 de julio de 2010



En lo profundo del mundo, una bronca ronca. En Zambia todo cambia, pero para peor... tiene casi un millón de personas infectadas con el virus del SIDA, pero gasta 30% más en pagar su deuda externa que en servicios de salud. Si hace unos tres años el capital financiero global le hubiese perdonado la deuda externa a veinte de los países más pobres, y si ese dinero se hubiese invertido en salud básica, hoy vivirían 21 millones de niños que murieron por falta de atención (19 mil niños salvados por día). Luego de celebrarse la reducción de su deuda a los acreedores del mundo financiero, Mali pagó 88 millones de dólares en 2000 por concepto de intereses, lo que es más que el gasto público en salud en un país donde uno de cada cuatro niños no vive hasta cumplir cinco años por falta de atención.

Eso es sólo un detalle. Hace cinco años el 20% de la población mundial que vive en los países más ricos, tenía 74 veces más ingresos que el 20% más pobres, desigualdad cuya proporción era de 30 a 1 en 1960. Amortizado en 20 años, el costo de cancelar las deudas de 52 países pobres sería menos de 4 dólares al mes por cada habitante de los países ricos. Para ellos, un cabello. Todavía en 1999, cada día se transferían 128 millones de dólares desde los países pobres a los más ricos por pago de deudas, o más bien de intereses. Y si en 1999 se transfirieron 120 mil millones de dólares de países pobres a ricos, el año pasado esta suma aumentó a 147 mil millones. A pura usura, nadie dura: Costa Rica tomó prestados 4 millones de libras de Inglaterra en 1973, y en 1999 ya había pagado más de 7 millones por este préstamos y seguía debiendo más de un millón de libras.

Volamos bajo. Estados Unidos anunció que extendería su ayuda externa hasta un promedio de 5 mil millones de dólares adicionales por año. Parece mucho desde aquí, pero hay que pensar que el portaviones USS George Bush, botado a la basura en diciembre de 2002 por la Marina, costó casi esa misma cantidad. Desde 1990 la Asistencia Oficial al Desarrollo, como porcentaje del ingreso nacional bruto de los países donantes, ha ido disminuyendo hasta tocar su punto más bajo en el año 2001, y prácticamente ninguno de los países de la OECD cumple el compromiso de destinar 0.7% del PIB a dicha cooperación. Y hasta los Estados Unidos andan desunidos: Entre 1983 y 1998 el valor neto del 1% más rico de los hogares nortamericanos, sumando propiedades inmobiliarias y activos y pasivos financieros, se incrementó en 42%, mientras que el del 40% más pobre quedó como estaba.

La cosa andaba mal y se puso fatal. Actualmente la Unión Europea otorga un subsidio de 2.20 dólares por día por cada vaca, mientras la mitad de la población del mundo vive con menos de 2 dólares por día. Mucho vacuno y poco desayuno: para la mitad del mundo sería preferible ser vaca europea a ser persona bajo la media en ingresos. Los subsidios internos en los países ricos subieron de 275 mil millones de dólares en 1987 a 326 mil millones en 1999; y en vez de reducirlos, como prometió, Estados Unidos los aumentó mientras la Unión Europea resolvió prolongarlos por otros doce años. En industrias de baja tecnología, los países no desarrollados pierden al año 700 mil millones de dólares adicionales de exportaciones por barreras comerciales de los países ricos: cuatro veces más que el ingreso de capitales privados de países ricos al resto del mundo. Mientras tanto, el norte le dice al sur que hay que producir más para exportar más para crecer más para salir de la pobreza. Tremenda contradicción, reza la canción.

Si tambaleamos, peor andamos. Entre 1980 y 1998, los trabajadores del mundo transfirieron a los ricos unos 545 mil millones de dólares por caída de salarios después de las crisis monetarias; y entre trabajadores y contribuyentes aportaron unos 947 mil millones de dólares a los ricos derivados del flujo de capitales. De los 1.198 mil millones de dólares acumulados en ese lapso en el mundo no desarrollado, gracias al crecimiento derivado del ingreso de capitales, no más de 100mil millones beneficiaron al 20% más pobre de cada país"

¿Qué más cuento de este cuento? La conclusión es una provocación...SIN UN COBRE Y HECHO AÑICO, EL POBRE FINANCIA AL RICO.

ORIGINAL DE MARTÍN HOPENHAYN

2 comentarios:

Unknown dijo...

marmak si buscas en el blog encontraras el homonimo y un remix de corazon rebelde gracias por visitar y comentar

Unknown dijo...

hola marmax q tal si rewena onda el yiyo ahora gracias a facebook logre conversar con el despues de muchos años y recordar viejas anecdotas un abrazo amigo y manda algun material po de tu banda